En la mañana fría del jueves
13 de agosto, los jugadores de Juniors se hacían escuchar con la dirigencia. El técnico Rubén Rodríguez había sido
despedido en la noche del miércoles y sus dirigidos no estaban conforme con esa
decisión por lo cual se iban a ir junto al DT.
Por: Paola Tejerina
El lugar de encuentro fue la
panadería “Balcánica”, los jugadores comenzaron a llegar los primeros fueron
Urbano y Galárraga entraron saludaron al Carlos Olmos el preparador físico y a
Miguel Ontivero utilero. Los minutos pasaban y de a poco el lugar se fue llenando
de jugadores vestidos de civil, firmes a su postura si Rodríguez no los dirigía
no entrenaban. El hombre del momento llegó siempre con una sonrisa, hoy un poco
más contenida pero con un gran humor. Los jugadores mostraban con cualquier gesto
que no querían que “Bebe” se valla, llegó la hora de ir a club todos en fila
avanzaban a la puerta donde los medios y los hinchas los esperaban. Un hecho histórico
sucedía en el club jugadores de Liga Cordobesa y Federal apoyando a su técnico
quien había sido echado unas horas antes.
Se vivía un clima de
intrigas, Armando La Rocca
junto a otro dirigente ingresaron a los vestuarios y se sentaron hablar con el
cuerpo técnico. Las voces empezaron a subir de tono, el DT le decía las cosas
que ya le había dicho el miércoles a la noche en el restaurante “El Gato”. El
presidente se vio interrumpido por los hinchas que ingresaron a donde estaban y
se hicieron escuchar. Los aficionados se mostraron disconformes al mandato de
Armando y les pidieron más atención a los jugadores y que les cumpliera con las
cosas que necesitaban. Los gritos que se decían por los pasillos eran “Esos fútbol
(pelotas) no son de un plantel de primera que juega en el Federal”; “Los pibes
no tiene agua mineral cuando juegan, le falta medicina y ropa para entrenar”;
esas cosas eran las que se escuchaban por los pasillos; mientras algún que otro
jugador iba y venia a la espera de una respuesta.
Al finalizar el dialogó entre
las autoridades del club y Rubén, ingresaron a los vestuarios a conversar con
los jugadores que seguían fijos a sus postura “Si el se va, nos vamos todos”.
El presidente confirmó que el DT continuaba y se escucharon aplausos y gritos
de felicidad, en ese momento los hinchas presentes en la institución volvieron
a ingresar y le pidieron a la máxima autoridad del club que se involucrara más
con los jugadores que cumpliera con las cosas que ellos necesitan para cada
partido. Al concluir el dialogo el presidente hizo la lista que necesitan los
jugadores y se retiro. El vestuario era una fiesta habían logrado una hazaña,
no se sentían menos que nadie, se sentían gigantes y llenos de felicidad. El
primer objetivo esta cumplido, mientras todos posaban para la foto con una
sonrisa, en su cabeza ya comenzaban a pensar en el domingo y en coro gritaban… “El
domingo cueste lo que cuesta, el domingo tenemos que ganar”. La unión hace la
fuerza y la familia “Poeta” esta intacta.

Muy buena la Nota,se ve que hay amor y pasión !!!!!�
ResponderEliminar